Podría decir que me no era muy consciente de lo que comentaba Nuño al hablarme sobre
Steve Aoki, y exactamente no lo era...
La tarde se encontraba aburrida al encontrarse la posibilidad de que no pudiese ir a la fiesta, pero todos mis temores desaparecieron cuando
Diana descolgó su teléfono y realizó la llamada esperanzadora...podriamos ir pues al repertorio de este tremendo"americano oriental".
Unas horas despues de haber recorrido Madrid en su "Noche en Blanco", haber visto los "raroa" carteles del metro de publicidad.., observar la cantidad de gente que hacia cola para visitar el
Palacio Real ( Plaza de Oriente), ver como violinistas y contrabajistas hacian de su arte un fondo de música envidiable para cualquier calle que se precie, el equilibrista cerca de
Cibeles al cual nadie le veia pero todo el mundo observaba la cuerda..., nos dirigimos en dirección al local donde haría su actuación el añorado
"americano oriental"LOW CLUBSolo entrar en el local, por listas de Adrián Y Héctor ( os amo jajaja), y descender sus escaleras era ya un modo de moverte al son de la música sin querer a cargo de
Díscolo...
Tras una espera en la cual diferentes "tipos" de gente iban cubriendo el local y amenizabamos el momento con Vodka y Sprite se hizo presente la maravilla americana,
Steve Aoki.
Es indescriptible con palabras expresar lo que eso era...
La gente disfrutaba en grande cualquier variación del Dj, y cualquier gesto del mismo era un aliciente en potencia para que su público vibrase con sus gestos o sus "subidas" a la mesa de mezclas y movimientos de cabeza, la cual se escondia tras esa capa larga de pelo.
Mucho calor se sentía y a eso de las 6 de la mañana tras un paseo por temas como
Take on me de A-HA,
Sweet child o'mine de
Guns 'n' Roses o
Pretty Woman, que me dejaron perplejo y por cierto la gente estallaba cantando sus melodias, llegó la hora de abandonar el local, no antes sin darle la mano al propio
Steve...
Una noche magnífica en compañia de buena gente es lo que hace de un recuerdo algo recordable, no digno de ser olvidado....vuelta ya a casa uno pasea por el frio de
Gran via y se sumerge en los pintorescos pasillos del metro con ningun otro fin que el de volverlo a recorrer en otra ocasión yla misma sensación.
Julían...